MISIONES.UNO | Oberá inauguró la temporada navideña con el encendido del árbol en la plazoleta Güemes y la presentación del pesebre restaurado. La jornada incluyó celebraciones religiosas en el Parque de las Naciones y el acompañamiento al cierre anual del centro de contención Oasis de la Misericordia, en un marco de tradición, fe y solidaridad comunitaria.

La ciudad de Oberá dio inicio oficial a la temporada navideña con el tradicional encendido del árbol en la plazoleta Güemes y la presentación del pesebre municipal completamente restaurado. La ceremonia se realizó el domingo a las 21.30 horas, pese a las condiciones climáticas adversas, y reunió a vecinos que se acercaron para participar del acto.
El pesebre, símbolo central de las celebraciones, fue restaurado por la Iglesia Buenas Nuevas “Para Todos” en un taller especial que permitió recuperar y embellecer las figuras del nacimiento de Jesús. El municipio agradeció el trabajo de quienes llevaron adelante la tarea, destacando la labor del pastor Pablo Garay, la profesora Mirta Barrios y la colaboración de Alcira Friedemberg, Carina Ruiz Díaz y Adelina Fernández. Gracias a este esfuerzo, la plazoleta cuenta nuevamente con dos elementos tradicionales de las fiestas en óptimas condiciones: el árbol iluminado y el pesebre.
Actividades religiosas y culturales
En paralelo, la comunidad católica local celebró una misa en la Colectividad Paraguaya del Parque de las Naciones. La ceremonia, presidida por el obispo Damián Santiago Bitar, conmemoró el Día de la Inmaculada Concepción y el de la Virgen de los Milagros de Caacupé.
La misa formó parte de la programación de “Navidad en el Parque”, que durante el fin de semana ofreció un recorrido por las tradiciones navideñas de distintas colectividades. El evento buscó generar un espacio de encuentro espiritual y cultural, donde cada comunidad compartió sus costumbres propias de esta época del año.
Acompañamiento a espacios de contención
Además, el municipio acompañó el cierre anual del centro de contención Oasis de la Misericordia, un espacio que brinda apoyo a personas en situación de vulnerabilidad. Allí se atienden problemáticas emocionales, sociales y de consumo, ofreciendo asistencia a niños, jóvenes y adultos mayores.
El cierre de actividades estuvo marcado por una misa a cargo del obispo Bitar. Sin embargo, los coordinadores aclararon que el servicio continuará durante el verano, garantizando atención permanente a quienes lo requieran. La decisión responde a la necesidad de mantener un acompañamiento constante a la comunidad.
Con estas acciones, Oberá dio inicio a un tiempo de celebraciones que combina tradición, fe y solidaridad, reforzando el espíritu navideño en la ciudad.
